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martes, 26 de julio de 2011

De Raúl Corzo a Beto Del Negro: USTED HABLA DE PERONISMO, YO VIVO COMO PERONISTA



Señor Intendente (MC): Por segunda vez me llegan noticias suyas con agravios hacia mi persona. Hasta ahora me negaba a tener una discusión pública porque no me parecía beneficioso para el Movimiento Peronista. Sin embargo hay muchos jóvenes que se acercaron al Partido Justicialista bajo la gestón de su actual Presidente, Vicente Ignomiriello y me parece conveniente poner algunos puntos en las ies.

Usted se escandaliza porque la única lista peronista de Ensenada para estos comicios lleva como último suplente de los Consejeros Escolares a una persona que militó en la izquierda. A Perón también le cuestionaron que en el Movimiento hubiera gente de izquierda, conservadora, nacionalistas católicos, de centro y él respondió: “Es cierto, pero son todos peronistas”.
De su última carta, le agradezco que me defina como “león herbívoro”, así lo llamó el general Lanusse a Perón y mire como terminó la cosa.

Usted tiene razón, estuvo toda la vida afiliado al Partido y yo pertenecí 20 años de mi vida a una organización de izquierda. Pero, señor Intendente (MC), yo practiqué toda la vida el peronismo; de Usted no se puede decir lo mismo. ¿Se acuerda cuando nos conocimos en la primavera de 1983? Éramos dos jóvenes de 25 años, de vaqueros y zapatillas, que comenzábamos a disfrutar las libertades democráticas conquistadas por la lucha del Pueblo Argentino. Me encontraba pintando el paredón de Cambaceres con algunos compañeros y usted se apersonó con un grupo de sus partidarios. Me propuso convivir democráticamente y compartir los paredones; nos pusimos de acuerdo y nunca más hubo un roce entre los sectores que liderábamos.
Las elecciones pasaron y ninguno de los dos fue electo para un cargo, así que el 31 de octubre de 1983 yo volví a ponerme la ropa azul de Astillero, donde trabajadores peronistas me eligieron delegado por ser buen compañero y continué con mi vida. Usted no, se puso un traje, una corbata y partió rumbo a un escritorio en la legislatura bonaerense, un excelente sueldo y una mejor vida.

SOBRE OLORES Y OTRAS YERBAS

Mire yo he despotricado muchísimo contra las Dictaduras Militares, el Plan Austral de Alfonsín, las privatizaciones y flexibilización laboral de Menem, pero jamás podría despotricar contra todo lo que tuviera olor a peronismo como Usted me acusa. ¿Sabe porqué? Porque no sé a qué huele. Soy hijo de tanos inmigrantes y “cabecitas negras”; mi primer mascota fue la perrita que mi madre bautizó Nomeolvides (¿Necesito explicarle porqué?). Desde los 16 años trabajé en las obras y fui recolector de basura hasta que ingresé al Astillero. Estoy tan impregnado de Pueblo, de Peronismo, que no puedo discernir su olor. A lo mejor Usted me lo puede explicar ahora que vive en barrios lujosos y frecuenta el comité radical.

Le doy la derecha en una: Mi causa es (y será) la defensa del proletariado (es decir, los obreros, los trabajadores, los laburantes). Por eso, cuando comprendí que la izquierda actual era impotente para lograrlo, decidí integrarme al Peronismo. También por eso milito para llevar un trabajador al gobierno de Ensenada. Es un soldador de Astillero, peronista él, Usted lo debe conocer, se llama Vicente Ignomiriello. No me fui al radicalismo o la UCeDé.
¡Qué raro, Usted sí! Sé que participa de un frente electoral encabezado por los radicales, algo impensado por el General, que buscó la unidad de los argentinos, es cierto, pero jamás renunció a que fuese el Peronismo la conducción de la Revolución por la Nueva Argentina.

ANDA FLOJO DE DOCTRINA

Pasar del “Proletarios del Mundo, Uníos”, de Marx al “Trabajadores, Únanse” de Perón no me fue tan fácil como lo pinta. Hasta Usted fue partícipe involuntario de mi aprendizaje entre la teoría y la realidad. ¿Se acuerda cuando los de Astillero no teníamos crédito ni en el almacén del barrio? Gracias a la ley de un diputado peronista pude escriturar mi casa. Usted mismo me la entregó en mano y yo dije “Muchas Gracias”. No a Usted, sino a ese Peronismo que todavía interpretaba la necesidad del pobrerío. En esos días, yo seguía con la ropa azul de Astillero y me habían vuelto a votar como delegado. A Usted le habían dado un despacho más grande y un sueldo mejor porque ya era Intendente… Seguramente la calidad de su traje también había mejorado.

Hoy vivo en esa misma casita de Gaggino 487 (El Farol), que pasó a tener, poco a poco, paredes de ladrillo y no de chapa y madera. No sigo aquí por capricho sino porque en bicicleta llego en 10 minutos hasta el Astillero; fíjese, 28 años después. Sigo con la ropa de Astillero, aunque, es cierto, un par de años trabajé en un sector que requería el uso del saco y la corbata. De usted me han contado que se mudó más lejos del centro, pero que su nueva vivienda es mucho más amplia y cómoda que el departamento de 5 de mayo que alguna vez habitó. También se que perdió su cargo de Intendente, pero que no anda galgueando porque volvió a la legislatura y sigue ganando un buen sueldo. Eso sí, no sé nada sobre la calidad del saco y la corbata que ahora usa.

Los dos con 53 años seguimos haciendo política. Yo lo hago porque creo que es un medio para defender la Patria, luchar por la felicidad de nuestro Pueblo que es lo mejor que tenemos, y la grandeza nacional, porque ese es el Peronismo que me enseñaron mis viejos. Usted me ha demostrado que no. Es cierto, yo vivo mejor, pero porque los compañeros de Astillero (en su amplia mayoría peronista) y su sindicato, ATE Ensenada (siempre conducido por peronistas) luchamos por trabajo y mejores sueldos. ¿Usted, señor Intendente (MC), puede decir lo mismo? Por aferrarse a su propio interés llevó al peronismo de Ensenada a la derrota y dejó al Partido sin plata y a la intemperie.

Una pregunta: ¿No se le ocurrió nunca que, ante la firmeza de los trabajadores de resistir la ocupación de los Albatros, el entonces gobernador Eduardo Duhalde también gestionó el retiro de la tropa? ¿Cree que se fueron sólo por su llamado a Menem? ¡Cuidado; porque cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.
Por último, yo tampoco tengo nada que decir contra los radicales de Ensenada. Pero, señor Intendente (MC), si la cosa pasa por amuchar ensenadenses a cualquier precio para quedarse con el sillón, el saco y la corbata… ¿Por qué no se junta también con Mario Secco que es de Ensenada y viene del palo radical?

RAÚL CORZO
DNI: 12314313

domingo, 17 de abril de 2011

TERRORISTAS CONTRA PERÓN por Joel Gentil

Este viernes 15 de Abril se cumplieron cincuenta y ocho años del atentado al gobierno encabezado por Juan Domingo Perón mientras realizaba un multitudinario acto en Plaza de Mayo. 
El saldo arrojó cinco muertos y un centenar de heridos de gravedad.

La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó un acto sindical en apoyo el gobierno peronista para defender las conquistas sociales, políticas y económicas conseguidas hasta ese momento. La oposición esperaba un nutrido grupo de gente, sin embargo, la Plaza se colmó en el primer acto transmitido en vivo por el estatal canal 7. Estaba todo listo para ser “un día peronista”.
“He repetido hasta el cansancio que en esta etapa de la economía argentina es indispensable que establezcamos un control de los precios, no sólo por el gobierno y los inspectores, sino por cada uno de los que compran, que es el mejor inspector que defiende su bolsillo”. La frase pertenece a Perón mientras les hablaba a la multitud desde la Casa Rosada. Llevaba catorce minutos desarrollando su discurso. En ese mismo momento, estalló la primera bomba que fue instalada por grupos opositores en la confitería del Hotel Mayo, causando los primeros heridos y provocando destrozos tanto en ese edificio como en los adyacentes.
Minutos más tarde, mientras el General trataba de poner paños fríos a la situación diciendo que “son los mismos que hacen circular los rumores todos los días”, una segunda bomba explotó, esta vez en la línea A de subterráneos que corre por debajo de la Plaza. Ese mismo día, la estación se encontraba cerrada al público debido al acto convocado por la CGT pero igualmente hubo cinco víctimas fatales y más de un centenar de heridos, entre ellos varios mutilados.


Todo ocurrió el 15 de Abril de 1953. Años después, Roque Carranza –que luego sería Ministro de Obras Públicas y tiempo más tarde titular del Ministerio de Defensa del gobierno del presidente Raúl Alfonsín- y Carlos Alberto González Dogliotti fueron acusados por ser considerados los autores materiales del atentado.