(http://www.totalnews.com.ar/pol-tica/el-dilema-de-muchos-legisladores-c-mo-dejar-a-kirchner-sin-abandonar-a-scioli.html ) Son varios los legisladores que pretenden separarse de Kirchner pero, a la vez, no quieren romper relaciones con Scioli. Una estrategia difícil que, además, tiene diferentes visiones internas. Llegará un momento de definiciones (quizá en marzo) y habrá que optar, o buscar una salida que permita mantener la buena relación con el Gobernador, pese a estar afuera
¿Cómo hacer la carambola perfecta, y ganar puntos con un movimiento magistral que permita vencer al enemigo sin afectar a un aliado de él?
En esa difícil tarea se mete de a poco un cúmulo de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires, deseosos de apostar su capital político en el armado de Felipe Solá, poniéndose en la vereda de enfrente de la de Néstor Kirchner pero con el juramento de no romper con Daniel Scioli. Laberinto complicado, cuya salida será difícil de encontrar.
El gobernador de la Provincia es un aliado incondicional de la Casa Rosada, y quienes se enfrenten a Kirchner, tarde o temprano, deberían también enfrentarse con el bonaerense. Más aún cuando se advierte que “será imposible ver a todo el peronismo unido en las próximas elecciones”.
Sin embargo, los legisladores que han restablecido el diálogo con Solá insisten en la necesidad de “conservar la buena relación con el Gobernador, sobre todo porque lo vamos a seguir acompañando en su gestión, contra él no tenemos nada”. En el propio sciolismo se muestran confiados en no perder las mayorías en las cámaras, y esperan que de haber una ruptura obligada, sea ante la inminencia del armado de listas, época en la que la Legislatura abandona el ritmo de época no electoral. Es decir, cuando las sesiones son “sólo para cumplir”, sin tratamiento de temas profundos.
“La orden de (Eduardo) Duhalde es diferenciarse de Kirchner pero no molestar a Scioli para nada”. La dicen los propios legisladores que reconocen estar alejándose del santacruceño. La sueltan colaboradores de Scioli. Y también la divulgan hombres de Felipe, aunque cambian la “orden de Duhalde” por la “orden de Solá”.
“No tienen que romper con Scioli; Solá no se lo ha pedido, ni creo que se lo pida. Scioli no es el enemigo, con lo cual, conformar un frente en la Legislatura no implica que el oficialismo provincial pierda votos; no se acrecienta la oposición, va a haber un sector que se aparta del kirchnerismo a nivel nacional, pero en la medida que la relación entre Solá y Scioli siga como hasta ahora, el Gobernador no debería ponerse nervioso”, recalcan desde el riñón de Felipe.
Diputados
Pocas horas habían pasado desde la ruptura formal del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria cuando se sintieron cimbronazos en la Provincia. El histórico Osvaldo Mércuri anunciaba que se iba con Solá. La interpretación inmediata fue que dejaba el FpV. El propio diputado se encargó de aclarar la situación.
Sin vueltas mostró su oposición a Néstor Kirchner y el manejo político del santacruceño, en el que se opina como él o se está contra él. A la vez manifestó la intención de seguir junto al Gobernador. “Esto no es institucional, nosotros le vamos a seguir dando el apoyo a Scioli. Con el gobierno provincial, con las autoridades de la Cámara y con las autoridades del bloque está todo bien, se pude discutir, disentir, y te escuchan”, comentó Mércuri.
El líder de la Lipebo agregó que “Scioli es muy pragmático: escucha, y si uno demuestra que hay cosas que no deben ser como él quiere, lo entiende; pasó con la ley del IPS”. Las mismas consideraciones tuvo una senadora que parece acercarse a Unión Peronista.
Mércuri se puso enseguida a la cabeza de un armado ajeno, se posicionó como referente del nuevo felipismo. “Es un pícaro bárbaro, los primereó a todos”, bromeó un felipista de los viejos. Incluso contó que otros diputados estaban un poco cabreros con el hombre de Lomas de Zamora, “porque se largó solo cuando estaban hablando varios”. La jugada le valió para acaparar la atención, y hasta diputados que suelen hablar seguido con Solá le pidieron una reunión.
Tras la maniobra de Mércuri comenzaron a aparecer las listas de los posibles hombres que Solá tendría en la Legislatura. Algunos reconocen ser amigos del ex mandatario o conversar con él. Pero casi nadie apura definiciones, al punto que un senador y un diputado muy vinculados al pasado felipista prefirieron ser cautelosos y mantener el silencio. Ambos coincidieron, además, en que “romper el bloque ahora es una locura”.
Esa postura es acompañada por la mayoría de los que podrían dar el salto. “Recién en marzo o abril habría que tomar definiciones”, se escucha a coro. Uno de los que disienten es Ismael Passaglia. El ex ministro de Salud no sólo se lleva mal con los K, sino que también ha tomado distancia de Scioli, a partir de un cruce con Claudio Zin.
“Yo creo que, probablemente, el bloque tenga alguna fractura entre el kirchnerismo, por un lado, y el peronismo, por el otro”, dijo. Sería su deseo, pero es una cruzada en la cual todavía está solo.
“Nadie arriesga de más, es el momento de ver qué pasa y esperar. Los tiempos de Felipe son distintos a los nuestros: él necesitaba romper ahora para hacer campaña en el verano como opositor, nuestros tiempos serán en marzo o abril”, confesó un legislador cuyo jefe político seccional se reunió con Solá en el Congreso.
Excepto Mércuri y Passaglia, cada uno de los legisladores con la mirada puesta en Unión Peronista se molestó porque apareció mencionado en medios periodísticos. De cualquier forma, por lo bajo, muy pocos niegan la existencia de contactos o llamadas. Nadie arriesga demasiado. Algunos, por ejemplo, se juegan en la interna peronista el control de su partido a nivel local. En la previa a esa elección consideran inconveniente el pase a un esquema no K.
Como siempre, no faltan los autores de frases contundentes para graficar la situación. “Si se llega a romper el bloque, me parece que en la Provincia no nos vamos a dividir, sólo habrá que cambiarle el nombre”, ironizó un diputado cuya relación con Solá no fue la mejor mientras éste gobernó la Provincia. Del otro lado, los ultrakirchneristas torean: “Si se quieren ir, que se vayan, pero en marzo vamos a estar todos juntos, y para octubre serán muy pocos los que se hayan ido”.
Senadores
Tanto en Diputados como en el Senado los pasos meticulosos de los neofelipistas están signados, cuándo no, por fuertes intereses propios. Si pasarse significa perder a nivel local o seccional, las posibles transferencias entran en el terreno de la duda. “Hay muchas cosas en juego, otros dirigentes, no es tan fácil decir ‘me voy y listo’”, avisó un senador de la zona norte.
“La última vez que vi a Felipe fue el Día del Amigo. Aún no decidí qué voy a hacer. Pero lo cierto es que Felipe es un hombre que tiene todo para hacer lo que está haciendo: trayectoria, jerarquía y volumen político”. La alabanza la realizó un senador que en su momento apostó a otro proyecto. Sin embargo, lejos estuvo de confirmar el pase: “Todavía hay mucha movilidad política y el tema no es simple. No creo que las definiciones lleguen ahora. Tengo que ver qué hago. Yo soy muy crítico del gobierno central”.
Aunque se mostró a favor de esperar, no descartó que llegue un enfrentamiento con el Gobernador: “Scioli mide muy bien en la Provincia, es muy pragmático y es diferente a los K, pero no va romper con el gobierno. Hay que ver cómo evoluciona esa relación y cómo se va reorganizando el justicialismo, para ver cómo actuamos nosotros. Marzo es el punto culminante para esta situación. En la Legislatura habrá movimiento recién en esa fecha, y todo dependerá de lo que haga Felipe” También nombró a posibles integrantes del sector: “Auza, Bozzani, Cariglino, Lissalde, Mazza, Helguero, Scarone, Francolino, Salemme”. La mayoría de ellos se molesta cuando los ponen entre los posibles pases, y niegan esa situación.
Por caso, Francolino explicó: “Yo no me voy, soy bloque oficialista, puedo discutir hacia adentro todo lo que quiera”. Otro de los mencionados reconoció que “puede haber ruptura; en mi caso lo evaluaré el año que viene, por ahora me mantengo orgánico”.
En la misma línea, uno aseguró: “Estoy bien con las autoridades de la Cámara, me contuvieron, me escucharon, me dejaron plantear mis diferencias, no me expusieron a tener que votar cosas con los que no estaba de acuerdo. Eso lo valoro. Felipe no nos pidió que tomemos una iniciativa en la Cámara. Acá hay diálogo con el Vasco Goicoechea, Scarabino, Molina y Balestrini. Acá hay respeto”. Prefiere hablar en off hasta que se resuelva otra situación que lo tiene como protagonista.
Un senador del interior dijo: “Se está poniendo blanco sobre negro. Yo estoy trabajando con De Narváez y Duhalde. Sigo estando en el bloque y no veo por ahora que se esté moviendo nada, todo depende de la estrategia, pero no me parece que haya noticias en breve”. E inmediatamente agregó: “Lo único que puede hacerse en enero y febrero es campaña en la costa. Por eso, Felipe aceleró los tiempos. Todo lo demás resurge en marzo”.
Pero lo más curioso fue la falta de coincidencia con la mayoría respecto de romper o no con Scioli. “Romper con uno sin romper con el otro no tiene sentido. Scioli es un ministro más de Nación. Van a tener que romper con los dos, si no, no hay salida. Rompés con uno que tiene las riendas… ¿cómo salvas al que no maneja nada? ¿Cómo lo separás? Imposible. Salvo que Scioli rompiera con K, pero eso no va a pasar”, espetó. Así están las cosas en el neofelipismo en ciernes. La mayoría busca la estrategia de alejarse de Kirchner sin lastimar a Scioli. La jugada es compleja y hasta podría llevar al Gobernador a una situación incómoda. Pero, cuidado, adentro del sector están los que pretenden la guerra total. ¿Tendrán compañía y eco esas peticiones? Parece que en marzo lo más importante no será el inicio de clases. Al menos no en los corrillos políticos. ( http://www.latecla.info/ )
¿Cómo hacer la carambola perfecta, y ganar puntos con un movimiento magistral que permita vencer al enemigo sin afectar a un aliado de él?
En esa difícil tarea se mete de a poco un cúmulo de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires, deseosos de apostar su capital político en el armado de Felipe Solá, poniéndose en la vereda de enfrente de la de Néstor Kirchner pero con el juramento de no romper con Daniel Scioli. Laberinto complicado, cuya salida será difícil de encontrar.
El gobernador de la Provincia es un aliado incondicional de la Casa Rosada, y quienes se enfrenten a Kirchner, tarde o temprano, deberían también enfrentarse con el bonaerense. Más aún cuando se advierte que “será imposible ver a todo el peronismo unido en las próximas elecciones”.
Sin embargo, los legisladores que han restablecido el diálogo con Solá insisten en la necesidad de “conservar la buena relación con el Gobernador, sobre todo porque lo vamos a seguir acompañando en su gestión, contra él no tenemos nada”. En el propio sciolismo se muestran confiados en no perder las mayorías en las cámaras, y esperan que de haber una ruptura obligada, sea ante la inminencia del armado de listas, época en la que la Legislatura abandona el ritmo de época no electoral. Es decir, cuando las sesiones son “sólo para cumplir”, sin tratamiento de temas profundos.
“La orden de (Eduardo) Duhalde es diferenciarse de Kirchner pero no molestar a Scioli para nada”. La dicen los propios legisladores que reconocen estar alejándose del santacruceño. La sueltan colaboradores de Scioli. Y también la divulgan hombres de Felipe, aunque cambian la “orden de Duhalde” por la “orden de Solá”.
“No tienen que romper con Scioli; Solá no se lo ha pedido, ni creo que se lo pida. Scioli no es el enemigo, con lo cual, conformar un frente en la Legislatura no implica que el oficialismo provincial pierda votos; no se acrecienta la oposición, va a haber un sector que se aparta del kirchnerismo a nivel nacional, pero en la medida que la relación entre Solá y Scioli siga como hasta ahora, el Gobernador no debería ponerse nervioso”, recalcan desde el riñón de Felipe.
Diputados
Pocas horas habían pasado desde la ruptura formal del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria cuando se sintieron cimbronazos en la Provincia. El histórico Osvaldo Mércuri anunciaba que se iba con Solá. La interpretación inmediata fue que dejaba el FpV. El propio diputado se encargó de aclarar la situación.
Sin vueltas mostró su oposición a Néstor Kirchner y el manejo político del santacruceño, en el que se opina como él o se está contra él. A la vez manifestó la intención de seguir junto al Gobernador. “Esto no es institucional, nosotros le vamos a seguir dando el apoyo a Scioli. Con el gobierno provincial, con las autoridades de la Cámara y con las autoridades del bloque está todo bien, se pude discutir, disentir, y te escuchan”, comentó Mércuri.
El líder de la Lipebo agregó que “Scioli es muy pragmático: escucha, y si uno demuestra que hay cosas que no deben ser como él quiere, lo entiende; pasó con la ley del IPS”. Las mismas consideraciones tuvo una senadora que parece acercarse a Unión Peronista.
Mércuri se puso enseguida a la cabeza de un armado ajeno, se posicionó como referente del nuevo felipismo. “Es un pícaro bárbaro, los primereó a todos”, bromeó un felipista de los viejos. Incluso contó que otros diputados estaban un poco cabreros con el hombre de Lomas de Zamora, “porque se largó solo cuando estaban hablando varios”. La jugada le valió para acaparar la atención, y hasta diputados que suelen hablar seguido con Solá le pidieron una reunión.
Tras la maniobra de Mércuri comenzaron a aparecer las listas de los posibles hombres que Solá tendría en la Legislatura. Algunos reconocen ser amigos del ex mandatario o conversar con él. Pero casi nadie apura definiciones, al punto que un senador y un diputado muy vinculados al pasado felipista prefirieron ser cautelosos y mantener el silencio. Ambos coincidieron, además, en que “romper el bloque ahora es una locura”.
Esa postura es acompañada por la mayoría de los que podrían dar el salto. “Recién en marzo o abril habría que tomar definiciones”, se escucha a coro. Uno de los que disienten es Ismael Passaglia. El ex ministro de Salud no sólo se lleva mal con los K, sino que también ha tomado distancia de Scioli, a partir de un cruce con Claudio Zin.
“Yo creo que, probablemente, el bloque tenga alguna fractura entre el kirchnerismo, por un lado, y el peronismo, por el otro”, dijo. Sería su deseo, pero es una cruzada en la cual todavía está solo.
“Nadie arriesga de más, es el momento de ver qué pasa y esperar. Los tiempos de Felipe son distintos a los nuestros: él necesitaba romper ahora para hacer campaña en el verano como opositor, nuestros tiempos serán en marzo o abril”, confesó un legislador cuyo jefe político seccional se reunió con Solá en el Congreso.
Excepto Mércuri y Passaglia, cada uno de los legisladores con la mirada puesta en Unión Peronista se molestó porque apareció mencionado en medios periodísticos. De cualquier forma, por lo bajo, muy pocos niegan la existencia de contactos o llamadas. Nadie arriesga demasiado. Algunos, por ejemplo, se juegan en la interna peronista el control de su partido a nivel local. En la previa a esa elección consideran inconveniente el pase a un esquema no K.
Como siempre, no faltan los autores de frases contundentes para graficar la situación. “Si se llega a romper el bloque, me parece que en la Provincia no nos vamos a dividir, sólo habrá que cambiarle el nombre”, ironizó un diputado cuya relación con Solá no fue la mejor mientras éste gobernó la Provincia. Del otro lado, los ultrakirchneristas torean: “Si se quieren ir, que se vayan, pero en marzo vamos a estar todos juntos, y para octubre serán muy pocos los que se hayan ido”.
Senadores
Tanto en Diputados como en el Senado los pasos meticulosos de los neofelipistas están signados, cuándo no, por fuertes intereses propios. Si pasarse significa perder a nivel local o seccional, las posibles transferencias entran en el terreno de la duda. “Hay muchas cosas en juego, otros dirigentes, no es tan fácil decir ‘me voy y listo’”, avisó un senador de la zona norte.
“La última vez que vi a Felipe fue el Día del Amigo. Aún no decidí qué voy a hacer. Pero lo cierto es que Felipe es un hombre que tiene todo para hacer lo que está haciendo: trayectoria, jerarquía y volumen político”. La alabanza la realizó un senador que en su momento apostó a otro proyecto. Sin embargo, lejos estuvo de confirmar el pase: “Todavía hay mucha movilidad política y el tema no es simple. No creo que las definiciones lleguen ahora. Tengo que ver qué hago. Yo soy muy crítico del gobierno central”.
Aunque se mostró a favor de esperar, no descartó que llegue un enfrentamiento con el Gobernador: “Scioli mide muy bien en la Provincia, es muy pragmático y es diferente a los K, pero no va romper con el gobierno. Hay que ver cómo evoluciona esa relación y cómo se va reorganizando el justicialismo, para ver cómo actuamos nosotros. Marzo es el punto culminante para esta situación. En la Legislatura habrá movimiento recién en esa fecha, y todo dependerá de lo que haga Felipe” También nombró a posibles integrantes del sector: “Auza, Bozzani, Cariglino, Lissalde, Mazza, Helguero, Scarone, Francolino, Salemme”. La mayoría de ellos se molesta cuando los ponen entre los posibles pases, y niegan esa situación.
Por caso, Francolino explicó: “Yo no me voy, soy bloque oficialista, puedo discutir hacia adentro todo lo que quiera”. Otro de los mencionados reconoció que “puede haber ruptura; en mi caso lo evaluaré el año que viene, por ahora me mantengo orgánico”.
En la misma línea, uno aseguró: “Estoy bien con las autoridades de la Cámara, me contuvieron, me escucharon, me dejaron plantear mis diferencias, no me expusieron a tener que votar cosas con los que no estaba de acuerdo. Eso lo valoro. Felipe no nos pidió que tomemos una iniciativa en la Cámara. Acá hay diálogo con el Vasco Goicoechea, Scarabino, Molina y Balestrini. Acá hay respeto”. Prefiere hablar en off hasta que se resuelva otra situación que lo tiene como protagonista.
Un senador del interior dijo: “Se está poniendo blanco sobre negro. Yo estoy trabajando con De Narváez y Duhalde. Sigo estando en el bloque y no veo por ahora que se esté moviendo nada, todo depende de la estrategia, pero no me parece que haya noticias en breve”. E inmediatamente agregó: “Lo único que puede hacerse en enero y febrero es campaña en la costa. Por eso, Felipe aceleró los tiempos. Todo lo demás resurge en marzo”.
Pero lo más curioso fue la falta de coincidencia con la mayoría respecto de romper o no con Scioli. “Romper con uno sin romper con el otro no tiene sentido. Scioli es un ministro más de Nación. Van a tener que romper con los dos, si no, no hay salida. Rompés con uno que tiene las riendas… ¿cómo salvas al que no maneja nada? ¿Cómo lo separás? Imposible. Salvo que Scioli rompiera con K, pero eso no va a pasar”, espetó. Así están las cosas en el neofelipismo en ciernes. La mayoría busca la estrategia de alejarse de Kirchner sin lastimar a Scioli. La jugada es compleja y hasta podría llevar al Gobernador a una situación incómoda. Pero, cuidado, adentro del sector están los que pretenden la guerra total. ¿Tendrán compañía y eco esas peticiones? Parece que en marzo lo más importante no será el inicio de clases. Al menos no en los corrillos políticos. ( http://www.latecla.info/ )
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