Un vecino de Ensenada, funcionario provincial él, manifestó
en un periódico local y por las redes sociales, su preocupación por cierta
comparación entre la realidad actual y la del 90 realizada en un medio radial. El funcionario en
cuestión se preocupa porque la vieja política quiera volver “sin ese olor nauseabundo de los que ya “fueron”. Defendió al
actual gobierno que realiza “una formidable Gestión que vino
a proponer una nueva mirada, una bocanada de aire puro, una nueva concepción de
la política nacional y popular”. Según él, el oficialismo saneó “nuestro pasado invocando Memoria, Verdad y Justicia”. Y si algo anda mal,
todavía es culpa de los gobiernos anteriores. Tras diez años de gobierno se
escudan en la “postergación y desidia” del pasado para
cubrir su ineficiencia para resolver situaciones estructurales.
Mi pregunta es ¿Cuándo se fue la vieja política?
Por ejemplo, hace poco vivimos una tragedia que nos tocó de cerca,
porque todos tenemos algún amigo o familiar en La Plata. Todos80
milímetros en tres horas. La Plata colapsó por las
intensas lluvias y anegamientos. El agua invadió a miles de casas. Los
drenajes no funcionaron, y los vecinos sufrieron grandes pérdidas materiales. El entonces
intendente Julio Alak anunció, a través del director de
Hidráulica platense, Luis Carusso, que:"Se
invertirán seis millones de pesos en el denominado Plan Maestro que busca
paliar el drama de las inundaciones. El plan consiste en la limpieza de los
cinco sistemas hídricos de gran envergadura que existen en el partido de La Plata ". ¿Se hicieron las inversiones? A la vista de
lo sufrido pareciera que no. ¿Qué hizo el kirchnerismo con este representante
de la “vieja política”, intendente durante
las presidencias de Carlos Menem y Eduardo Duhalde? Pese a que los
platenses lo castigaron dándole la espalda y a que el General Perón
afirmara “El Pueblo siempre tiene la razón.”, la presidenta lo
premió primero nombrándolo como Director de Aerolíneas Argentinas y luego como
ministro de Justicia (¡!)
¿Cuándo se fue la “vieja política”? Antes se hablaba de
“política asistencial”, hoy de “política de inclusión”. Distintas palabras para
nombrar al “clientelismo político”. En definitiva los sectores más humildes de
nuestra Patria continúan rehenes del gobernante de turno a través de los mismos
planes sociales más o menos maquillados con barniz progresista. ¿Y el trabajo digno,
genuino y productivo para cuando?
¿Cuándo se fue la corrupción? A las estafas como
el IBM- Banco Nación le siguió el caso Ciccone. Si la llamada década “perdida”
tuvo a su Alfredo Yabrán, la autodenominada década “ganada” tiene a Lázaro Baéz
¿Cuándo se fue el endeudamiento externo? Se paga puntillosamente la ilegítima
deuda externa al FMI y tenemos más deuda, ahora con Venezuela.
No se rematan más
empresas rentables (porque ya no quedan), pero tampoco se invierte un peso para que salgan de su estancamiento la Educación y la Salud Públicas. No
invertir en la Defensa Nacionalla
Soberanía ? Y se sigue subsidiando alegremente a los
ferrocarriles privatizados que no invierten en infraestructura. Empresarios desaprensivos y gobernantes
negligentes componen un combo que produce pérdidas de vidas humanas y tragedias
evitables como el desastre en la estación de Once, entre otros.
El Director
provincial de Derechos Humanos habla en su carta de “Memoria para sanear nuestro pasado”, pero nada dice de
curar el presente. Julio López aún sigue desaparecido, sus secuestradores
permanecen impunes y en el anonimato. Más cerca y en otro nivel, COPETRO aún
sigue contaminando y aplastando nuestro Derecho Humano a la Salud aunque ahora financie
la creación de una plaza en Campamento con el nombre de Azucena Villaflor,
fundadora y mártir de Madres de Plaza de Mayo. Maquillaje, puro maquillaje.
A propósito de contaminación
y olores nauseabundos, señor funcionario: el CEAMSE traído por el menemismo… ¿no
se tenía que cerrar? Por lo que sé, aún sigue
funcionando bajo este gobierno municipal K.
Nos hablan de “nuevos aires” en la política. Antes los políticos se
enriquecían durante su gestión y ahora… también. Que al vicepresidente Boudou
solo lo conozcamos por sus incursiones musicales, sus motos de alta cilindrada
y porque vive en Madero Center, el
exclusivo complejo del barrio más nuevo de la ciudad de Buenos Aires ¿No es
“farandulizar” la política? ¿Qué a La Cámpora la conozcamos por sus chalecos identificatorios
en los medios de comunicación masiva pero no encontremos ni uno sólo haciendo
militancia en los barrios. ¿No es “farandulizar” la política?
Por supuesto que el
pueblo se manifestará en las urnas y todos debemos ser respetuosos de la
decisión popular, pero opino que este funcionario oficialista agita fantasmas del pasado para ocultar a los monstruos del
presente.
Raúl Corzo
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