Monseñor Jorge Lozano acusó a la administración nacional de aplicar políticas “que han beneficiado a unos pocos y perjudicado a muchos”. Además, el prelado aseguró que hay “capitales que han ido concentrando más sumas de dinero”
La publicación de los números de la desigualdad por parte de la Universidad Católica Argentina (UCA), que muestran un alarmante crecimiento de la pobreza e indigencia, afectando a 4 de cada 10 argentinos, generó que desde diversos sectores salieran a cuestionar las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri que han llevado a esta angustiante situación.
Ayer, el titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (Cepas), monseñor Jorge Lozano, arremetió duramente contra el plan económico que lleva adelante la administración nacional, al asegurar que la implementación del mismo no han hecho más que incrementar los niveles de pobreza en el país.
“Lo que ha sucedido es que estas medidas han beneficiado a unos pocos y perjudicado a muchos”, afirmó uno de los miembros más importantes de la Iglesia en nuestro país. A su vez, aseveró que “hay una serie de factores que han incidido en esto, como la devaluación, el aumento de las tarifas y la inflación, que han dado como resultado esta cantidad de pobres que tenemos hoy en el país”.
En ese sentido, el prelado destacó que existen “capitales que han ido concentrando más sumas de dinero, lo cual es algo que hay que corregir para ver cómo salir de la pobreza por medio de un trabajo debidamente remunerado”, a lo que sugirió ver “cómo incorporar a los más necesitados en lo que hace a la generación de puestos de trabajo”.
Lozano indicó que esta situación ha llevado a que se encuentren trabajando en forma conjunta equipos de la Cepas con diferentes funcionarios de las áreas sociales del Gobierno nacional y con una serie de legisladores, para ver “la posibilidad de incorporar la suma que se obtiene de un plan social a una masa salarial que pueda después completar el ingreso”.
Tensión social
Desde la administración macrista se suele mostrar como un logro el incremento en los planes sociales asignados desde la llegada de Cambiemos al poder en diciembre de 2015, diagnóstico que no comparten en lo más mínimo los principales exponentes de la Iglesia Católica local. Al respecto, el titular de la Pastoral Social explicó que “con un plan social de 5.000 o 6.000 pesos una familia puede vivir dignamente”, pero evaluó que “si eso se puede sostener y a su vez agregar una suma de dinero por un empleo rentado, sería un camino para ver cómo escapar a esta especie de trampa que hay entre el plan social versus fuentes de trabajo, que es una tensión que no debería existir”.
“Si una persona por trabajar 8 horas está cobrando lo mismo que un plan social, es que la están explotando y que existe una condición ilegal de contratación. En algunos lugares de la Argentina se verifica la explotación laboral y nosotros desde la Iglesia hemos ratificado la fuerte presencia de la trata de personas para la explotación sexual, pero también para la explotación laboral, que denigra al ser humano en formas hasta casi primitivas”, recalcó Lozano.
El eclesiástico resaltó también que “el principal de nuestros males es el desencuentro, que no nos deja reconocernos como hermanos, a lo que le sigue la corrupción generalizada, la plaga del narcotráfico y el descuido del medio ambiente. Estos son algunos ejemplos que muestran que la gran familia de los argentinos está en riesgo y que la casa que compartimos puede resquebrajarse. Por lo tanto, debemos trabajar para revertir en forma conjunta esta situación”.